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Cirugía de Cataratas con implantes intraoculares.

 

Seguramente, en varias oportunidades oímos que “tal persona” sufre de cataratas, y quizá jamás hayamos sabido a ciencia cierta de qué se trata, o nos han dado información errónea acerca de dicha enfermedad.

 Vamos a despejar rumores desacertados: padecer cataratas no es tener un tumor, no se contagian de un ojo a otro, ni tampoco causan una ceguera que no se pueda revertir con un tratamiento adecuado.

 Las cataratas son una enfermedad en la que se produce una pérdida de la visión debido, primero, a una pérdida de la transparencia del cristalino, que es una lente que los seres humanos tenemos detrás de la pupila y sirve para enfocar nítidamente los objetos. En su mayoría, se desarrollan con el paso del tiempo; sólo en raras ocasiones esta patología se presenta durante unos meses.

Por disímiles circunstancias –enfermedades o, más frecuentemente, por el lógico paso de los años–, el cristalino puede ir perdiendo su natural transparencia y convertirse en una lente opaca. Por lo tanto, una catarata será más o menos avanzada dependiendo de la disminución de la transparencia: si es mayor o menor. Cuanto mayor sea la pérdida de transparencia del cristalino (más avanzada es la catarata), mayor será la disminución de la visión.

 ¡¿Por qué a mí…?!

  Las cataratas se pueden presentar a cualquier edad, pero resulta más común en las personas mayores de 60 años, puesto que se trata de un proceso natural de envejecimiento.

 Ahora, ¿es posible que nazcamos con tal patología?

 Mala noticia: la respuesta es… sí. Se puede dar por factores hereditarios o por enfermedades virales de la madre durante el embarazo. También la podemos contraer precozmente por padecer diabetes u otras afecciones metabólicas. Asimismo, pueden asociarse a miopías muy elevadas y a traumatismos oculares; a lesiones en el ojo, o a una prolongada exposición al sol sin protección de lentes especiales.

Si padecemos cataratas, tal vez empezaremos a sufrir las siguientes situaciones:

–       Aunque no dolerán los ojos, comenzaremos a ver todo nublado.

–       Nos molestará la luz.

–       Con frecuencia, nos veremos obligados a graduar las lentes.

–       Tendremos dificultades para leer. Para ello requeriremos de una mayor cantidad de luz.

–       Notaremos escasa visión ante la falta de luz.

–       Y también sufriremos de visión doble en alguno de los ojos.

 Los tratamientos

Cuando las cataratas nos causan gran pérdida de la vista hasta el punto de perjudicar nuestro trabajo, nuestros estudios; o nos sentimos incómodos, incapaces de llevar a cabo ciertas cotidianidades, junto con el oftalmólogo tendremos que decidir si llegó la hora de enfrentar y acabar a esta patología, es decir, proceder a extraerla.

El tratamiento es básicamente quirúrgico. La facoemulsificación resulta ser la técnica más moderna en este tipo de cirugía. Radica en la extracción del cristalino que está opacificado y la sustitución de éste por una lente artificial que se coloca en el mismo; de esta manera, se restaura la visión que se había perdido a consecuencia de las cataratas.

Tal procedimiento se realiza, generalmente, con anestesia local y de forma ambulatoria; es decir: el mismo día de la cirugía podemos volvernos a casa.

 Hay dos opciones:

– Técnicas de implante de cristalinos artificiales-lentes Premium: cuando se remueven las cataratas, el ojo pierde su capacidad de enfoque, por ello se necesita un implante de una lente nueva. La enorme ventaja de los implantes modernos, que resultan blandos y asféricos, es que al ser enrollados como un cilindro se colocan en el ojo a través de la misma pequeña incisión por la cual se extrajo la catarata.

Posibilidades refractivas: cirugía faco-refractiva-iphaco. Los pacientes que padecen cataratas y que previamente sufrían algún vicio de refracción importante (miopía, hipermetropía o astigmatismo), cuentan con una ventaja adicional con esta técnica. Al operarse y reemplazar su cristalino opaco por uno nuevo artificial, pueden compensar sus defectos preexistentes. Por ejemplo, en aquéllos que presentan astigmatismo, ahora se utilizan lentes tóricas que lo corrigen su astigmatismo previo, o a aquéllos ya operados con lentes intraoculares convencionales se les puede realizar láser para eliminar el astigmatismo residual que tenían.

 Cataratas, cirugía y después…

Si ya se extrajo la lente opaca natural, el paciente requiere otra lente para enfocar el ojo.

Hoy, debido a los adelantos en medicina, existen nuevas formas de restituir la visión luego de una operación de tales características. Entre ellas:

– Lentes intraoculares: son de uso permanente. Se coloca a través de una intervención quirúrgica dentro del ojo, en lugar del cristalino natural.

 Ante cualquier duda…

  La única persona idónea para prestarnos la atención médica adecuada ante cualquier trastorno de mala visión, para otorgarnos una prescripción médica, para diagnosticarnos o aconsejarnos algún tratamiento, es el oftalmólogo, un médico especializado en cuidados y patologías de este órgano.

 Si bien es cierto que se desconocen métodos que puedan prevenir las cataratas, lo que sí se puede evitar es la pérdida momentánea de la vista; esto porque los tratamientos que actúan contra dicha enfermedad son muy eficaces.

 Muchas gracias por visitar mi blog,

Dr. José Arrieta.

Todo sobre la Cirugía Refractiva.

A una gran cantidad de personas le molesta usar anteojos correctivos o lentes de contacto, le incomoda y le causa
irritaciones. Conocé las nuevas técnicas con láser que dejaron a un lado cualquier dificultad.
Los anteojos y los lentes de contacto siempre resultaron ser un karma en el uso cotidiano. Algo demasiado incómodo y, para algunos, antiestético. Pero, basta. Despedite de ellos. Hoy, debido al revolucionario avance en la tecnología láser, ya nadie está condenado a sufrir.
Con el tiempo, la medicina ha logrado diversos
procedimientos que permiten operarse con absoluta seguridad. Cualquiera de las técnicas, se lleva a cabo de manera ambulatoria. Y hay mejores noticias: no se necesita anestesia general ni irritantes internaciones. Enseguida, se vuelve a la rutina sin restricciones.
¿Quién se puede operar?
Cada paciente debe atenderse de manera particular, será el especialista quien evaluará y decidirá, a través de un examen
oftalmológico, si hay necesidad de realizar una cirugía.
Aún no se ha definido una edad mínima para poder realizarse esta operación.Aunque, eso sí: en todo ser humano llega
un momento en el que el ojo ya no crece o se estabiliza, y allí ya no resulta necesario cambiar los anteojos por otros de mayor aumento.
Hoy los láseres trabajan asistidos por un
software muy sofisticado que corrige defectos
específicos y en forma segura: con el Wavefront se curan las aberraciones ópticas; otros, se ocupan de optimizar la visión nocturna.

Antes de una intervención quirúrgica, se le colocan al paciente unas gotas de colirio anestésico y antibiótico con objeto de reducir
las molestias y prevenir infecciones.
Además, el ojo se mantiene fijo gracias al uso de un separador que evita el parpadeo involuntario y facilita la tarea del cirujano.
Luego, se corrige la curvatura de la córnea con un tallado del láser excímero, de acuerdo con qué técnica y monto de dioptrías se pretende tratar.
Durante esa fase, el paciente debe fijar su vista en una luz central para asegurar la idónea actuación del láser. Ésta se encuentra
protegida por un sensor de movimientos llamado Eye tracker, que sigue fidedignamente los movimientos oculares
y permite que el láser se aplique en la zona debida.
Para concluir, el tejido corneal se repone en su posición inicial y, debido a su natural adherencia, se une al ojo sin necesidad de suturas. Concluida la operación, el paciente necesitará descansar. Lo más probable es que pueda restaurar sus actividades 48 horas después de la intervención.