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Todo sobre la Cirugía Refractiva.

A una gran cantidad de personas le molesta usar anteojos correctivos o lentes de contacto, le incomoda y le causa
irritaciones. Conocé las nuevas técnicas con láser que dejaron a un lado cualquier dificultad.
Los anteojos y los lentes de contacto siempre resultaron ser un karma en el uso cotidiano. Algo demasiado incómodo y, para algunos, antiestético. Pero, basta. Despedite de ellos. Hoy, debido al revolucionario avance en la tecnología láser, ya nadie está condenado a sufrir.
Con el tiempo, la medicina ha logrado diversos
procedimientos que permiten operarse con absoluta seguridad. Cualquiera de las técnicas, se lleva a cabo de manera ambulatoria. Y hay mejores noticias: no se necesita anestesia general ni irritantes internaciones. Enseguida, se vuelve a la rutina sin restricciones.
¿Quién se puede operar?
Cada paciente debe atenderse de manera particular, será el especialista quien evaluará y decidirá, a través de un examen
oftalmológico, si hay necesidad de realizar una cirugía.
Aún no se ha definido una edad mínima para poder realizarse esta operación.Aunque, eso sí: en todo ser humano llega
un momento en el que el ojo ya no crece o se estabiliza, y allí ya no resulta necesario cambiar los anteojos por otros de mayor aumento.
Hoy los láseres trabajan asistidos por un
software muy sofisticado que corrige defectos
específicos y en forma segura: con el Wavefront se curan las aberraciones ópticas; otros, se ocupan de optimizar la visión nocturna.

Antes de una intervención quirúrgica, se le colocan al paciente unas gotas de colirio anestésico y antibiótico con objeto de reducir
las molestias y prevenir infecciones.
Además, el ojo se mantiene fijo gracias al uso de un separador que evita el parpadeo involuntario y facilita la tarea del cirujano.
Luego, se corrige la curvatura de la córnea con un tallado del láser excímero, de acuerdo con qué técnica y monto de dioptrías se pretende tratar.
Durante esa fase, el paciente debe fijar su vista en una luz central para asegurar la idónea actuación del láser. Ésta se encuentra
protegida por un sensor de movimientos llamado Eye tracker, que sigue fidedignamente los movimientos oculares
y permite que el láser se aplique en la zona debida.
Para concluir, el tejido corneal se repone en su posición inicial y, debido a su natural adherencia, se une al ojo sin necesidad de suturas. Concluida la operación, el paciente necesitará descansar. Lo más probable es que pueda restaurar sus actividades 48 horas después de la intervención.